Líneas que progresan de curvas a rectas reflejan el objetivo de la marca: que te veas y te sientas como deseas.
Todos tenemos ese momento en la vida que es nuestro referente de cuando nos hemos visto y sentido mejor: “en prepa”, “cuando me casé”, “antes de que nacieran mis hijos”, etc. Como su nombre lo dice, 180° busca ayudar a sus clientes a dar la vuelta y regresar a ese punto. Es para el público más exigente, que busca la perfección y corrección de detalles.
La marca busca proyectar un equilibrio entre lo estético y lo científico, dirigiéndose a un público trendy, exigente y acostumbrado al lujo, tanto masculino como femenino (dentro de un giro que tienda a dirigirse más a las mujeres). Esto resultó en una identidad que se aleja de todos los clichés del giro.